Paso de Joaquín Sabina

 en Fco. José Carrasco

Pasé tres meses maravillosos en aquel lugar. Hice amigos de esos que hoy cuestan trabajo de encontrar. Nos pasábamos el día entero en la playa entre juegos, baños y confidencias. Era tan apacible el sitio que nuestros padres nos dejaban estar juntos hasta altas horas de la madrugada, aunque eso no impedía que las noches se nos hicieran cortas, muy cortas. La primera novia, el primer beso, los primeros sentimientos fuera del entorno familiar… Recuerdo la frase favorita de Marisma, una de las amigas, cuando se enfadaba conmigo por alguna tontería que yo hacía: ¨No seas niño y crece…¨

15 años más tarde volví a aquel lugar. Yo iba con toda la ilusión del mundo, esperando encontrarme lo que allí dejé. Pero no, aquel Villaricos ya no existía. Lo primero que visité fue la casa donde viví. Me chocó no ver sentado en el porche de entrada a mi padre, con su cervecita y su plato de tomates aliñados. Tampoco veía a mi madre buscarme con la mirada a través de la ventana que daba a la zona de mis juegos. Doblaba esquinas esperando darme de frente con alguno de aquellos amigos. Intentaba agudizar el oído esperando que el viento trajera mi nombre en grito. Aquella puerta por la que me gustaba ver salir la figura de aquella niña que me robó el corazón se encontraba cerrada, como nunca antes había estado. El chiringuito en el que nos dábamos cita noche tras noche era ahora un solar vallado, custodiado en su entrada por un letrero en el que se leía ¨Se vende¨. La playa, aquella playa de chinos en la que retozaba una y otra vez cada día, ahora se me hacía incómoda de caminar hasta con los zapatos puestos. La mirada, esa mirada de niño que tenía 15 años antes… no la encontraba, me esforzaba en hacerlo, pero no la encontraba.

Me viene ahora a la cabeza la prodigiosa voz de Ana Belén, cantando esa maravillosa canción de Joaquín Sabina en la que dice ¨…al lugar donde has sido feliz, no debieras tratar de volver…¨

Recuerdo todo esto precisamente cuando ha dado comienzo la nueva temporada de fútbol para mi Sevilla FC. Ha sido tanto y tan bueno lo que el club y el equipo nos ha dado durante estos años atrás, y que tan bien ha rematado en la temporada anterior, que me da miedo encontrarme este año lo que me encontré en mi regreso a Villaricos.

Aunque, bien pensado, me doy cuenta que los recuerdos no son más que eso, recuerdos, Hay que conservarlos como oro en paño, pero no quiere decir que estos sean mejores que el transcurrir diario de la vida. Máxime cuando en aquel viaje de regreso al que, hasta entonces, yo consideraba mi paraíso perdido, me acompañaba la que hacía pocos meses se convirtió en mi esposa. La misma que me ha dado dos hijos impresionantemente maravillosos y la misma que contribuye a que mi vida sea más hermosa que cualquier historia romántica de una de esas películas hollywoodienses. Tan bonito que era mi ayer, no lo cambio por lo que tengo hoy.

Pues va a ser que Sabina se equivoca. Y si él no lo hace, lo haré yo, porque pienso volver a los lugares donde antes me he sentido feliz. Si, es imposible no volver al Ramón Sánchez Pizjuán. La Bombonera me llama como cada año y no tengo ninguna gana de fallarle. Porque por muy feliz que me haya sentido en mi butaca de voladizo de Gol Norte, va a ser verdad que lo mejor está por llegar. Sin olvidar nunca el pasado pero con la vista puesta en el futuro. Porque pase lo que pase no hará cambiar mis sentimientos hacia el mejor y más grande club que conoce el sur de España. Como ha sido siempre, con la cabeza muy alta. Soy SEVILLISTA. ¿Existe una responsabilidad y un título mayor que este?

Quiero seguir soñando. Más aún ahora que sé de sobra que los sueños, los mejores sueños, se transforman en realidad. Quiero desterrar de mi mente aquellas palabras de mi amiga Marisma: ¨No seas niño y crece¨. Eso de crecer como que va a ser imposible de parar, pero lo de ser un niño no pienso dejar de serlo, al menos desde que entre por las puertas del Gol Norte de la Fábrica de Sueños de Nervión hasta que salga por ellas de nuevo tras cada partido. Esa mirada, la que no encontré en mi regreso a ese lugar antaño mágico… quiero ver a mi equipo sobre el césped con los mismos ojos con los que veía la vida en Villaricos… Quiero y voy a hacerlo.

Paso de Sabina y de lo que dice su canción. Voy a volver al lugar donde he sido extremadamente feliz. Voy a volver al sitio del que nunca me he ido. Voy a volver al lugar más mágico que existe en el mundo.

Porque el Sevilla FC que espero es más grande que el que se ha ido. Porque lo mejor está por llegar. Porque si se sueña como se ha soñado hasta ahora no habrá quien nos pare.

Pase lo que pase y hagas lo que hagas, Sevilla FC, siempre tuyo fiel…

Entradas recientes
genericogenerico