El SevillaFC arrancó un milagroso empate en la visita de la Real Sociedad. No tiró a puerta en todo el partido y los palos y Dmitrovic salvaron el empate. El equipo buscará como agua de mayo el parón por selecciones.
Llegaba el Sevilla justito al partido. Como ya es rutina en esta temporada aciaga en lo que a lesionados se refiere. En la previa, se caía Rafa Mir, aunque recuperaba a Lamela, que entraba en una convocatoria después de 4 meses.
Para no perder la rutina, increíblemente se le lesionaba otro jugador al Sevilla en el calentamiento. Esta vez fue el portero, Bono, que en un lanzamiento notaba una molestia y rápidamente indicaba que no iba a poder ser de la partida.
Bajo un tremendo aguacero corrió una segunda parte de mucho respeto ante ambos equipos. Sin apenas ocasiones reseñables se llegó al descanso. El Sevilla, por supuesto, no había tirado a puerta.
En la reanudación, la Real subió una marcha, y aunque el Sevilla también hizo cambios, no fueron tan relevantes como los de los donostiarras, donde especialmente Silva mejoraba cada jugada. Un gustazo ver jugar al canario. Por contra, en el Sevilla, Lopetegui mantenía en el campo a Ocampos, desacertado toda la noche, sin tomar nunca una buena decisión.
En esta segunda parte se dieron los varios milagros que permitieron el empate. El Sevilla no le chutó a Remiro entre los 3 palos en todo el encuentro, y Portu o Silva, remataron sendos cabezazos al palo y al larguero respectivamente.
Así que los pesimistas (realistas) dirán que es imposible ganar un partido sin tirar a puerta, y los optimistas, que aún con todo esto, el equipo no gana, y que este empate es un milagro. Sea como sea, más le vale al equipo empezar a sumar de nuevo de tres en tres porque el margen es cada vez menor y vienen enfrentamientos muy duros. Ojalá para la vuelta haya recuperado efectivos Lopetegui y cuente con una marcha más en el juego.