Las supersticiones de los futbolistas del Sevilla FC y otros deportistas
La RAE define la superstición como la “creencia extraña a la fe religiosa y contraria a la razón” o la “fe desmedida o valoración excesiva respecto de algo”, mientras que la siempre acertada Wikipedia nos la define como la ”creencia que no tiene fundamento racional y que consiste en atribuir carácter mágico o sobrenatural a determinados sucesos o en pensar que determinados hechos proporcionan buena o mala suerte”.
Con permiso de la RAE, nos quedamos con esta segunda definición, mucho más acertada en nuestro criterio y para el caso que nos ocupa.
Los futbolistas, y los deportistas en general, son personas tremendamente supersticiosas. En muchos casos, por costumbres heredadas de padres a hijos, y en otros muchos, por la creencia de que tal amuleto o ritual, les va a ayudar en la suerte del deporte que practican.
Lo más curioso de las personas supersticiosas es que están perfectamente llenas de razón, y en muchos casos, saben que su ritual no tiene nada de magia, ni le aporta ningún extra lógico para la consecución de sus objetivos, pero aun así, son incapaces de dejarlas de lado.
Esto también ocurre a nivel aficionado. El Sevilla FC, por suerte, ha jugado decenas de finales en estos últimos años. En ellas, los hinchas del equipo no han dejado de lado sus supersticiones. Las más habituales tienen que ver con la indumentaria. “Para esta final me llevo la bufanda con la que fui a Mónaco y le ganamos al Barça” o “Para la Supercopa de este año, me llevo la camiseta mágica de Antonio con el 16 a la espalda, él siempre nos ayuda desde ahí arriba”.
En clave sevillista, uno de las situaciones más curiosas de la historia reciente, tiene que ver con la remodelación que está sufriendo el Ramón Sánchez-Pizjuán. Tras el lavado de cara interior, el club colocó diversos lemas en las vallas del estadio, llamando especialmente la atención la colocada en el centro del campo, a pié de césped, en la que se podía leer un “Nervión no regala puntos”.
Tras un dubitativo arranque liguero en el que los de Emery no terminaban de arrancar, perdiendo 2 de los 3 primeros partidos en casa, el club decidió por unanimidad de peticiones entre la afición, eliminar este lema de las vallas del estadio.
Es un ejemplo más de las supersticiones aplicadas al deporte. En cuanto a los futbolistas, todos recordamos cómo se persignaba José Antonio Reyes al saltar al terreno de juego, acompañado de 2-3 saltos con el pie derecho.
En clave futbolística, tenemos varios ejemplos de los rituales de los deportistas. En la actualidad, no hace falta mencionar los aspavientos y ritual de Ronaldo antes de cada falta, o por ejemplo, el crack del FC Barcelona Leo Messi, que acostumbra a saltar al campo siempre como el último de sus compañeros.
Si nos vamos más atrás en el tiempo, todos tenemos grabada la imagen del ahora entrenador Laurent Blanc, besando la inmaculada calva de su portero Fabian Barthez antes de cada partido de la selección francesa, o los más veteranos recordarán al mítico portero de la selección colombiana, René Higuita, que aseguraba jugar siempre cada partido con los mismos calzoncillos (esperamos al menos que los lavara de un partido a otro! :))
