Con más de dos tercios de la liga a sus espaldas, el Sevilla gana fuerza en su candidatura para jugar la Champions League la temporada que viene

Si el año pasado fueron Madrid (por partida doble), Barcelona y Valencia quienes consiguieron colar a sus equipos entre los mejores, el Sevilla hubo de conformarse con jugar la Europa League, algo que, de momento, no parece que vaya a volver a ocurrir en esta ocasión.

Aunque todavía falta mucho para cantar victoria y el margen conseguido es muy estrecho (estamos en cinco puntos, poco menos de dos victorias, cinco equipos: Sevilla, Getafe, Atlético de Madrid, Real Sociedad y Valencia) lo que llevamos de temporada parece sugerir que el año que viene estaremos entre los mejores de Europa, salvo catástrofe.

¿Divorcio entre Lopetegui y afición?

Y esa catástrofe puede venir precisamente por la crispación interna, que tantas veces ha destruido desde dentro un proyecto ilusionante. No es necesario más que darse un paseo por los foros para darnos cuenta de que Lopetegui y sevillistas no viven su momento más dulce precisamente.

A pesar de que el entrenador vasco no duda del apoyo de la afición sevillana en un futuro, lo cierto es que desde la grada se pedía la dimisión del técnico, aunque el club por él dirigido continúa su andadura por la Europa League.

Valor de marca

A la espera de ver que competiciones jugará la próxima temporada y de ver quién se sentará en el banquillo, lo cierto es que el Sevilla es el club que más ha aumentado su valor de marca durante la pasada temporada, algo que sin duda ha ayudado a la hora de que Caixabank haya renovado como patrocinador del club andaluz por cuatro temporadas más, colocando al banco como entidad financiera de referencia para el Sevilla, que además ofrecerá opciones más folklóricas para los aficionados sevillistas, como por ejemplo tarjetas personalizadas con los colores del club.

La renovación del patrocinio y la consolidación de la imagen del club como marca atractiva proporciona tranquilidad en medio de la zozobra que vive la financiación de los clubes españoles, ya que a pesar de que la anunciada prohibición de la publicidad de casas de apuestas en eventos deportivos haya quedado muy amortiguada con respecto a lo que se temía, aún estamos en espera de ver como se legisla el patrocinio de brókeres online a equipos de fútbol, que afectaría a equipos como el Betis, patrocinados por easyMarkets, o al Atlético de Madrid.

El negocio del juego deja gran cantidad de dinero a los equipos de fútbol, pero también es fuente de controversias en el seno de la sociedad (cabe decir que los brókeres online no son casas de apuestas, aunque los productos que ofrecen son complejos, quizás demasiado para el novato).

“La restricción es mejor que la prohibición”

Dijo el Ministro de Consumo, Alberto Garzón. «Es un primer paso necesario y suficiente», con estas palabras el Ministro de UP defendió su actuación, aunque para algunos de sus partidarios la medida ha quedado tan descafeinada que ha dado lugar a la decepción. Aunque inicialmente se había propuesto que se limitase este tipo de publicidad a la franja horaria que va de la una de la mañana hasta las cinco, finalmente se permitirá en retransmisiones que comiencen a partir de las ocho de la tarde, es decir, en la mayoría de los encuentros más vistos.

Por su parte Garzón prefiere centrarse en el hecho de que con su medida el 80% de la publicidad sobre apuestas desaparecerá, y, según ha estimado, el decreto de su departamento coloca a España a la vanguardia de la legislación de estos negocios en la Unión Europea.

También quiere el ministro de izquierdas entrar en el mundo de las loot boxes de los fifas (los videojuegos de fútbol) al entender que constituyen una forma más de apuesta, ya que el jugador las compra a ciegas, sin saber qué jugadores y recompensas habrán ganado, lo que podría incentivar la ludopatía según creen en el departamento ministerial.

Vale la pena recordar que los micro-pagos que constituyen la forma de conseguir las loot boxes es una forma de negocio muy habitual, no solo en videojuegos de fútbol, sino en los conocidos como free to play, es decir, videojuegos en los que el jugador no paga nada en inicio, pero que permite pagar por progresar más rápido, y que la venta de videojuegos es otra forma de obtener dinero para los clubes, ya que para utilizar nombres y marcas registradas los desarrolladores deben pagar las correspondientes licencias.